viernes, 27 de junio de 2008
“SE NECESITA MATERIA PRIMA PARA CONSTRUIR UN PAÍS”
Este correo era un power point y lo recibí de una amiga de Argentina, pinta muy bien a Argentina, pero si cambiaramos algunos nombres de presidentes y la palabra Argentina por Uruguay o argentinos por uruguayos: ¿No nos pintaría bien a nosotros?
Tal parece que sí. Hummmm, ......
(Gracias Ghany, por el mensaje)
“SE NECESITA MATERIA PRIMA PARA CONSTRUIR UN PAÍS”
La creencia general es que Ménem no servía, como así tampoco Alfonsín y De La Rúa. Hoy se dice que Kirchner no sirve, pero, quienquiera que venga después de Kirchner, tampoco servirá para nada.
Por eso estoy empezando a sospechar que el problema no está en lo ladrón y corrupto que haya sido Carlos Saúl Ménem, o en lo autocrático que es Kirchner.
El problema está en nosotros, nosotros como PUEBLO, nosotros como materia prima de un País.
Porque pertenecemos a un país donde la “VIVEZA CRIOLLA" es moneda valorada tanto o más que el dólar.
Un país donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo, basada en valores.
Pertenecemos a un país donde, lamentablemente, los periódicos jamás podrán venderse como se venden en otros países, es decir, poniendo unas cajitas en las aceras donde uno paga por un solo periódico Y SACA UN SOLO PERIÓDICO DEJANDO LOS DEMÁS DONDE ESTÁN.
Pertenecemos un país donde los lugares de trabajo son, entre otras cosas, las papelerías particulares de sus empleados deshonestos que llevan a su casa, como propias, hojas de papel, lapiceras, bolígrafos, lápices, marcadores y todo lo que pueda hacer falta para la tarea de sus hijos.
Pertenecemos a un país donde la gente se siente triunfante si consigue colgarse del cable del vecino y donde la gente “inventa’’ a la hora de llenar sus declaraciones, para pagar menos impuestos, o directamente para no pagarlos.
Pertenecemos a un país donde la impuntualidad es un hábito, donde los directivos de las empresas no generan capital humano, donde las personas tiran basura en las calles y luego reclaman al gobierno porque las calles están sucias o se tapan las alcantarillas, donde no existe la cultura por la lectura y donde no hay conciencia ni memoria política, histórica o económica.
Donde nuestros congresistas trabajan dos días al año (y cobran todos los demás como altos ejecutivos) para aprobar una reforma fiscal al vapor, que lo único que hace es hundir al que no tiene, joder al que tiene poco y beneficiar sólo a unos pocos.
Pertenecemos a un país donde las licencias de conducir y los certificados médicos se pueden "comprar", sin hacer ningún examen.
Un país donde puede subir una persona de edad avanzada, una mujer con un niño en brazos, o algún minusválido y la persona que viene sentada en el asiento especial para estas personas se hace la dormida para no dárselo y si alguien le reclama se levantará pero para dar un golpe o decir una mala palabra.
Un país en el cual la prioridad de paso es para el automovilista y no para el peatón. Un país donde su gente está llena de faltas, a las que ignora, pero que disfruta criticando a sus gobernantes.
Mientras más le diga rata a Ménem, mejor soy yo como persona, pese a que apenas ayer me consiguieron todas las preguntas del examen de matemáticas de mañana.
Mientras más le diga autócrata a Kirchner, mejor soy yo como Argentino, a pesar de que apenas esta mañana estafé a mi cliente a través de un fraude, lo que me ayudó a pagar algunas deudas.
No, No, No. Ya basta.
Como “Materia Prima” para un país serio, tenemos muchas cosas buenas, pero nos falta muchísimo para ser los hombres y mujeres que nuestro País realmente necesita.
Esos defectos, esa alardeada “VIVEZA CRIOLLA" congénita, esa deshonestidad en pequeña escala que después crece y evoluciona hasta convertirse en casos de escándalo, esa falta de calidad humana, más que Alfonsín, Ménem, De La Rúa, o Kirchner, es lo que nos tiene real y francamente mal, porque éstos no han sido ni más ni menos que nuestros presidentes, óigase y entiéndase bien, NUESTROS PRESIDENTES, nacidos aquí y no en otra parte.
Lo siento. Porque, aunque Kirchner renunciara hoy mismo, el próximo presidente que lo suceda tendrá que seguir trabajando con la misma materia prima defectuosa que, como pueblo, somos nosotros mismos. Y no podrá hacer nada.
No tengo ninguna garantía de que alguien lo pueda hacer mejor, pero mientras nadie señale un camino destinado a erradicar primero los vicios que tenemos como pueblo, nadie servirá.
No sirvió Alfonsín, ni Duhalde, ni De la Rua, no sirve Kirchner, ni servirá el que venga. ¿O qué?...
¿Es que necesitamos traer a un dictador, para que nos haga cumplir la ley por la fuerza y a los palos?
Aquí hace falta otra cosa, algo más que “cacerolazos” o “cuetazos”. Y mientras esa "otra cosa" no empiece a surgir desde abajo hacia arriba, o desde arriba hacia abajo, o del centro para los lados, o como quieran, seguiremos igualmente condenados, igualmente estancados... igualmente sumergidos!!!
Es muy bueno ser Argentino. Pero cuando esa Argentinidad autóctona empieza a hacerle daño a nuestras posibilidades de desarrollo como Nación, ahí la cosa cambia...
No esperemos encenderle una velita a todos los Santos, a ver si nos manda un Mesías. Nosotros tenemos que cambiar, un presidente diferente, con los mismos Argentinos, no podrá hacer nada.
Está muy claro... Somos nosotros los que tenemos que cambiar.
Ahora, después de este mensaje, francamente he decidido buscar al responsable, no para castigarlo, sino para exigirle (sí, exigirle) que mejore su comportamiento y que no se haga el que no oye, el que no entiende.
Sí, he decidido buscar al responsable
ESTOY SEGURO QUE LO ENCONTRARÉ APENAS ME MIRE EN EL ESPEJO.
Ahí estará, NO NECESITO BUSCARLO EN OTRO LADO.
viernes, 20 de junio de 2008
La desgracia de mi vida o ¿Por qué tengo que salir con la mujer equivocada?
Ya dirán que soy un pesimista, un descontento y desconsiderado con mi suerte, pero es que a mí siempre me toca la mujer equivocada. Como dice Vicentico los caminos de la vida no son lo que uno esperaba y es por ello que apelo a la solidaridad de mis lectores para que ayuden a encontrar una mujer: que sea linda, buena, pero por sobre todo tontita,… si mi amigo,…. si mi amiga, tontita o tonta, cuanto más tonta mejor.
Los críticos de siempre vendrán a recriminarme por mi actitud, pero igual me mantendré estoico ante ellos, no daré un paso y con voz al cuello le gritaré en la cara que una mujer cuando más tonta, mejor es para el hombre. No vacilaré ante las feministas, y como la vieja canción de lucha les expresaré: “No… no… no nos moverán, y el que no crea que haga la prueba”, porque desde esta humilde tribuna comenzará la gloriosa gesta que nos sacará del infortunio a miles y miles de hombres que sufren, soportan, resisten y luchan por encontrar a su dulce tontita.
De este sencillo estrado contaré las vicisitudes de mi vida, que es igual o muy parecida a la de miles de sufrientes hombres en busca de una tonta mujer. Me expondrán que una mujer inteligente es mejor, pero en este libelo dejaré bien sentado porque prefiero una mujer tonta a una mujer inteligente y sé que con ello ganaré multitudinarios adeptos para la tan noble causa que llevamos adelante.
Una mujer inteligente no ayuda porque nos muestra en carne viva nuestras incapacidades y a quien le gusta encontrarse de buenas a primeras con tan cruda realidad, que alguien me diga ¿A quién?
Ella no admirará nuestras felices ocurrencias, no prestará atención a nuestras hazañas de hombre, no se embelesará cuando manejemos el video, la televisión, el play station. No se asombrará de que no nos perdemos en
Mi vida está signada por el dolor de haber salido con mujeres inteligentes, si por culpa de ellas me encuentro en esta encrucijada. Porque ellas no admiran las cosas que deberían admirar, en cambio, van en busca de cosas superfluas, de sin sentidos que complica la convivencia de una pareja.
A los ejemplos me remito: El primer caso que comentaré es de una chica (que omitiremos el nombre porque el caballero tiene mala memoria) que era estudiante de Bellas Artes y que salimos por algún tiempo. Le gustaba la poesía francesa, le gustaba Paul Valéry, toda una odisea. Los únicos franceses que conocía era la selección campeona del mundial 98, claro que Paul Valéry no jugaba en ella. Menos mal que con sagacidad no le respondí que Valéry era el volante de marca del París Saint Germain, así que terminé teniendo velada leyendo poesía, con punto, coma y signos de admiración y demás artilugios en largas funciones poéticas. Con que necesidad uno se mete en tales trabajos, no creo que Hércules los hubiera soportado, yo que nunca había recitado poesía, perdón al menos una vez en tercer año del secundario que la mala suerte me eligió para que recitará una poesía ante la clase, la cual se pareció más a una narración de los últimos cuatrocientos metros, de un relator de turf, en una carrera en Maroñas con un final cabeza que a una poesía. Todavía recuerdo los ojos desencajados de la profesora de Literatura gritándome a viva voz: “No desarme el arte, por favor” y yo con cara de deber cumplido pensaba para mis adentros, menos mal que no me olvide de ninguna estrofa.
Luego, los hados malignos me hicieron encontrarme con una estudiante avanzada de Psicología. Vade retro Satanás, y ojala que nunca me la vuelva a encontrar en mi camino. Por ella supe que Edipo se casó con la madre y que parece que todos nos queremos casar con la madre, con la madre de Edipo no, sino con la madre de cada uno.
Mirá vos, cosa de mandinga, también por ella me enteré que tenía como 150 mil complejos, cosa que no sabía y que para colmo de males debía hacer terapia. Y todo ¿por qué?, por querer besarla, bueno y alguna otra cosa (tampoco soy un santo, pero era con delicadeza, hasta le recité a Valéry que me había aprendido con la anterior) Lo cierto que resultó unas largas sesiones de intercambios de roles, de escenas figuradas, hasta hipnotismo me quería hacer y allí, justo allí decidí que esto no era para mí y huí, huí con algunas rimas que presto Valerí (bueno en realidad era Valéry pero no encontraba otra rima).
Pero mis desgracias no acaban así de simple, si cuando salgo de guate mala seguro que caigo guate peor y me encontré con una feminista. Que duros momentos fueron esos, aunque no todos fueron malos. Harta luchas para poder ir a algún lado, ya que me recriminaba que era por mi machismo consumado de una sociedad patriarcal y conservadora mis elecciones. Si mirábamos televisión me explicaba como la mujer es tomada como un objeto (debo decir que a veces aparece cada mujer ligeras de ropas, que pienso que la podría hacer objeto, objeto de mis ….., bueno me desvié del tema)
Largas explicaciones de cómo el hombre (una porquería éramos, según ella, no se ofendan muchachos) domina todos los aspectos de la sociedad y subyuga a la mujer, pero que eso iba a cambiar (espero que los hombres no seamos los subyugados)
Por eso tuve que ir a cuanta manifestación a favor del feminismo, del aborto, de la libertad de género (porque aprendí que no es diferencia de sexo, sino es diferencia de género) y otras más, como a una serie de conferencias sobre los mismos tópicos, donde no entendí nada, pero puse cara de comprensión acerca de las problemáticas femeninas. Allí conocí una extraña fauna que pulula por esos lugares, todo un descubrimiento. Cansado de tanta cháchara feminista decidí alejarme pero el destino me tenía una jugada traicionera y por extraños designios caí en manos de una militante marxista.
Por ella aprendí que el hombre es el lobo del hombre y que todos somos explotados y que para colmo de males nos sacan la plusvalía (debo reconocer que nunca entendí la plusvalía, y que a mi no me la sacaron, porque nunca tuve a esa tal plusvalía) Lo bueno era que salíamos a peña, cantarolas y esas cosas. Lo malo que caminábamos en todas las marchas que hubiera, por la liberación de Tanganica hasta en solidaridad por las hormigas africanas de Australia, ni que decir que los primeros de mayo nos comíamos el acto de principio a fin. Si hasta me enseño la canción de
Me leyeron el Capital íntegro, aunque usted no lo crea me comí 4000 mil páginas de Marx, de Engels, y de toda la parentela. Me hicieron recordar el triunfo de
Aún recuerdo su cuarto donde había fotos del Che, Fidel, Lenín, Mao y más barbudos que ni me acuerdo. Por suerte ahí me puede deshacer de Valéry, del cual me dijo que era un asqueroso pequeño burgués (que alivio, ya me lo podía sacar de encima, algo bueno me tocaba) y de mis traumas que no eran más que supercherías de las clases dominantes para engatusar a las masas, haciéndoles creer cosas que no son (otra cosa buena, ya volvía a ser normal, mis traumas eran mentiras, ataja ese penal psicóloga)
Si bien me alejé, algunas cosas me quedan, aún conservo la matera, la foto del Che y el libro de Lenin, El imperialismo fase superior del capitalismo (aunque lo sigo leyendo sigo sin entenderlo) no la extraño porque ahora me sobra tiempo, ya no ando de comité en comité ni de marcha en marcha y hasta me volví a afeitar sacándome la barba.
Pero volviendo al tema de este escrito, merece un hombre pasar esta clase de cosas, la respuesta es no, no, no y miles veces no. Porque no existe una mujer simple, porque los hombres somos simples. Nos gustan cosas simples, por ejemplo el fútbol una cosa maravillosa. Veintidós almas detrás de un balón, donde hay poesía (que dejaría a Valéry por el suelo) pasión, coraje. Dígame que hombre no se emocionó hasta las lágrimas al ganar una final, o salir campeón del mundo o ganar en la hora. Ya no soporto que me venga que el fútbol es de brutos y lo delicado de Valéry, ni que el fútbol es también un Edipo mal curado (los griegos son malos para el fútbol, quien tiene en su cuarto una camiseta de un cuadro griego) ni soportaré que me digan que el fútbol es un arma más de esta sociedad patriarcal y machista porque es mentira, y es mentira porque ahora las mujeres juegan al fútbol, si hasta tienen un mundial y todo. Ni voy a sufrir que se llenen la boca diciendo que el fútbol es el opio de los pueblos.
Por todo lo expresado vuelvo al principio, porque no puedo tener una mujer normal, que le guste cocinar, la casa, la familia y no todas esas cosas que me han tocado.
domingo, 8 de junio de 2008
¿El matrimonio es una guerra? Reflexiones sobre Sun Tzu o las razones por las cuales no me quiero casar.
Que el matrimonio es una guerra ya no es novedad, quien no a escuchado a su amigo, compañero de trabajo, o simple desconocido despotricando contra su conyugue. Todos irremediablemente hemos oído la famosa y lapidaria frase “No te cases nunca”. Sería largo e innecesario enumerar la larga lista de improperios, maldiciones y demás que hombres y mujeres de las más variadas edades, clases sociales, etnias, religión y otras distinciones han prohijado contra su “querida y dulce” media naranja.
Para no trillar por sendas comunes mi reflexión me lleva al más grande pensador acerca del matrimonio. Si señoras y señores voy a develar un misterio, voy a poner luz sobre un punto oscuro de la historia y terminar con una mentira: Sun Tzu no escribió su libro pensando en la guerra, él lo escribió pensando en su matrimonio. Ya vendrán los eruditos de siempre a reclamarme pruebas, y ante ellos respondo que el propio libro es una prueba. (Nota del redactor. Poseemos una declaración formal de Sun Tzu de porque escribió su libro, pero no quisimos adosar el documento a este documento ya que está escrito en mandarín antiguo y no creemos que alguien entienda un carajo viendo tantas rayas y puntos en todas direcciones)
Tenemos información que lo dice es pensando en su vida matrimonial pero que por razones de fuerza mayor (al parecer la mujer pesaba el doble de kilos que él) debió sacarlo a luz en forma de metáfora para no tener problema a posteriori.
Pero vayamos a la fuente, vayamos al propio libro que arrojará luz sobre esos puntos oscuros. Para empezar dice “La mejor guerra es la que no se produce”. La traducción sería para qué carancho me casé, si yo estaba bien en mi casa, quien me mandó. Y agrega que “si se va a la guerra hay que ganarla” por eso si te vas a casar hay que ser el dueño del control remoto, que llegues y tu comida esté pronta, las cosas limpias y en su lugar, si llegas y ella está de rulero y ojotas, vas mal y mucho peor si dice: “hoy no cociné así que vas a tener que comprar comida afuera”.
Nos dice “la mejor victoria es vencer sin combatir”, y agrega Sun Tzu, “y ésa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante”. Claramente vemos que reniega del matrimonio, el mejor casamiento es el que no se produce y que la diferencia entre ser prudente o ignorante estriba en ser casado o soltero.
No es novedad que hoy en día, la filosofía del arte de la guerra ha ido más allá de los límites militares, aplicándose a negocios, deportes, diplomacia e incluso comportamiento personal, pero nadie entiende el verdadero carácter en que fue formulado: está escrito para triunfar en la guerra matrimonial. Si muchas frases clave de los modernos manuales de gestión de empresas, son prácticamente citas literales no han sido tomado en cuenta para la vida matrimonial, una verdadera guerra donde para colmo uno duerme con el enemigo. Por eso me permito una selección de algunas ideas de Sun Tzu y que por sobre todo siguen siendo completamente válidas a pesar de los 25 siglos transcurridos desde que se escribieron.
Comencemos: “la guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la conservación o pérdida de lo que nos es más querido; y ello no debe ocurrir entre nosotros”. Esta frase con la que comienza el libro es la clave del tema, tomar el matrimonio a la ligera nos lleva a vernos envueltos en una serie de problemas, evitables todos ellos, que por nuestra incapacidad no previmos como deberíamos haberlo hecho.
“El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo”. Quien de los casados no ha caído por culpa de estos cebos, si investigáramos tendríamos miles de testimonios acerca de los amables, dulces, cariñosas, y demás virtudes tenían las novias que inmediatamente perdieron una vez ocurrido el matrimonio. Cuantos de los casados sabían que esa hermosa figura de soltera, que se convertía en su mujer, con el correr del tiempo se transformaría en lo que es hoy. Nada queda ya de aquella ternura, y aunque las comparaciones son odiosas, haga un antes y un después y verá los resultados. Si mi amigo, lo han engañado, le han vendido gato por liebre y para colmo no tiene devolución.
Pero ya basta de golpearse la cabeza contra la pared por ser un gil que ha sido timado, ya no desespere porque Sun Tzu, un carlitos como tantos otros, se puso a reflexionar sobre su batalla conyugal y nos brinda sabios consejos.
Abordemos este: “Golpear al enemigo cuando está desordenado. Prepararse contra él cuando está seguro en todas partes. Evitarle durante un tiempo cuando es más fuerte. Si tu oponente tiene un temperamento colérico, intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su egoísmo.
Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas tras una reorganización, intenta desordenarlas. Si están unidas, siembra la disensión entre sus filas. Ataca al enemigo cuando no está preparado, y aparece cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega”.
Al igual que muchos, Sun Tzu, tenía suegra, esa alimaña ponzoñosa que pulula por este mundo y es por eso que reflexiona en este carácter. Principiemos en una buena elección, de la desgracia del matrimonio hay mejores y peores elecciones, dentro de este martirio es mejor no tener suegra, u otra variante es que este lejos o al menos que la relación entre madre e hija sea bastante mala. Pero si mi amigo usted tiene la desgracia de tener suegra que se lleve bien con su mujer, la cosa empeora. Por eso son estos consejos, la guerra conyugal nos presentan batalla a cada momento es vital conocer al enemigo, vigilar sus líneas de suministros, desordenar lo más posible su rutina, no se olvide que el enemigo cuenta con un arsenal de reposición que son la suegra, hermanas, primas, parientes varias, amigas y demás, por si hay algo que las caracteriza a las muy sotretas es que son solidarias con su género. Esté atento porque nunca se sabe por donde va a saltar la liebre. Si señor, duerma con un ojo abierto, por las dudas.
“Ahora, si las estimaciones realizadas antes de la batalla indican victoria, es porque los cálculos cuidadosamente realizados muestran que tus condiciones son más favorables que las condiciones del enemigo; si indican derrota, es porque muestran que las condiciones favorables para la batalla son menores. Con una evaluación cuidadosa, uno puede vencer; sin ella, no puede. Muchas menos oportunidades de victoria tendrá aquel que no realiza cálculos en absoluto”.
Esta frase es una continuación de la anterior, analice a la camada de brujas que circulan por su espacio vital, no se olvide que pueden formar un aquelarre en cualquier momento y usted marcha a
Continuemos con esta preclara mente: “Las armas son instrumentos de mala suerte; emplearlas por mucho tiempo producirá calamidades […] pero nunca he visto a ningún experto en el arte de la guerra que mantuviese la campaña por mucho tiempo. Nunca es beneficioso para un país dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo”.
Una genialidad de Sun Tzu, pensaba en rajarse del matrimonio en la primera de cambio. No crea que el amor sea para siempre, menos el matrimonio, si señor tienen fecha de vencimiento y cuanto menor sea la fecha mejor. Comparto esta idea, en la variedad esta el gusto, no acepte eso de para siempre, tómelo como una simple etapa. Tratar de ir a batallar con otro enemigo, como lo dice ningún experto en matrimonio tiene casamiento por largo tiempo, una buena idea es rajarse una vez que termina la luna de miel, pero no descarte irse antes, en medio de la fiesta con alguna prima de ella que este buena, con alguna amiga que por lo general están más linda que ella.
“Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.
Así pues, lo más importante en una operación militar es la victoria y no la persistencia”.
Importante punto, en caso que zafe la luna de miel y quiera seguir, que le vamos a hacer hay de estos tarados, hay que mantener a la suegra fuera de la lucha, hay que ganarse a la bruja mayor para que no la aconseje, porque como toda suegra, es una víbora venenosa pero con muchas batallas, tiene oficio en esto de los líos y mucha experiencia. Es por eso que: “Un maestro experto en las artes marciales deshace los planes de los enemigos, estropea sus relaciones y alianzas, le corta los suministros o bloquea su camino, venciendo mediante estas tácticas sin necesidad de luchar. Es imprescindible luchar contra todas las facciones enemigas para obtener una victoria completa, de manera que su ejército no quede acuartelado y el beneficio sea total”. Como nos indica, hay que cortar los suministros de las otras brujas, que aunque menores, en caso de hermanas, primas y demás, puede traer nuevas ideas. Hay que estar atento y siempre un paso adelante por si las moscas.
Y como corolario el maestro nos dice: “La victoria completa se produce cuando el ejército no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucción no se prolonga durante mucho tiempo, y en cada caso el enemigo es vencido por el empleo de la estrategia”.
Siga estos consejos y saldrá bien parado de la lucha diaria, no olvide que la lucha es por tener el control remoto, por la comida calentita, la ropa limpia y ordenada, si pierde las consecuencias son funestas para usted.
“Esto quiere decir que si un pequeño ejército no hace una valoración adecuada de su poder y se atreve a enemistarse con una gran potencia, por mucho que su defensa sea firme, inevitablemente se convertirá en conquistado. "Si no puedes ser fuerte, pero tampoco sabes ser débil, serás derrotado”.
Bien vale con la suegra, no se de lleno contra el árbol, evite el enfrentamiento directo y de tenerlo use a su suegro para que contenga a la bruja mayor, pero a veces más vale arriar la bandera y recuerde que soldado que dispara sirve para otra guerra.
Recuerde este sabio consejo: “Triunfan aquellos que:
Saben cuándo luchar y cuándo no
Saben discernir cuándo utilizar muchas o pocas tropas.
Tienen tropas cuyos rangos superiores e inferiores tienen el mismo objetivo.
Se enfrentan con preparativos a enemigos desprevenidos.
Tienen generales competentes y no limitados por sus gobiernos civiles.
[…] Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla”.
Más claro hay que echarle agua.
Y debes ser: “capaz de ver lo sutil y de darte cuenta de lo oculto, irrumpiendo antes del orden de batalla, la victoria así obtenida es un victoria fácil”. Como dice la empresa de transporte, siempre un paso adelante. Hay que adelantarse, si te agarran desprevenido no tenés vuelta. Así que “un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después”. Si vas discutir con la bruja que sea para ganar y solo la discusión sobre lo que estás seguro de ganar.
“Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza”. Así que nada de ir a jugar de visitante, siempre de local y con la tribuna llena. Que yo recuerde sólo Obdulio ganó de visitante, por eso le llamaba el Negro Jefe, pero Obdulio solo hubo uno. Nada de discusiones en casa de tu suegra porque allí sos boleta.
“Sé extremadamente sutil, discreto, hasta el punto de no tener forma. Sé completamente misterioso y confidencial, hasta el punto de ser silencioso. De esta manera podrás dirigir el destino de tus adversarios”. Nada de andar mostrando puntos débiles, porque las brujas son implacables y recuerda lo que te estás jugando.
“En consecuencia, la victoria en la guerra no es repetitiva, sino que adapta su forma continuamente.
Determinar los cambios apropiados, significa no repetir las estrategias previas para obtener la victoria. Para lograrla, puedo adaptarme desde el principio a cualquier formación que los adversarios puedan adoptar”. Esto es muy importante, porque con cada derrota las brujas mejoran sus estrategias y te van a esperar por ese lado, cambia de esquema porque te van a marcar bien esta vez a tu puntero. Si ganaste de una forma, nada de repetirla porque te van a pescar, hay que pensar constante como entrarle ya que son rápidas como la liebre.
“No persigas a los enemigos cuando finjan una retirada, ni ataques tropas expertas”. Si la bruja se retira de la discusión disfruta haber ganado pero no persigas porque gato asustado pelea hasta la muerte. Ni se te ocurra discutir con la víbora de tu suegra, bruja de mil batalla, que domina las oscuras artes no conviene molestarla, recuerda que está en otro nivel, es como un pokemón evolucionado y aléjate que pueden ser fatídicas las consecuencias, deja que a ese aparato trate de dominarlo tu suegro, pero recuerda que no es fácil esa tarea.
“Si los adversarios huyen de repente antes de agotar su energía, seguramente hay emboscadas esperándote para atacar a tus tropas; en este caso, debes retener a tus oficiales para que no se lancen en su persecución”. Atento a estas cosas, porque cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía.
“El General no debe levantar su campamento en un terreno difícil […] No permanezcas en un territorio árido ni aislado […] los generales que conocen las variables posibles para aprovecharse del terreno sabe cómo manejar las fuerzas armadas”. Ductilidad mi querido amigo, hay que salirse de malas posiciones, no pelear batallas perdidas, no discutir por cosas que no vamos a ganar. En esos casos hay que moverse y moverse sin pelear, que se aburran de discutir solas.
“Cansa a los enemigos manteniéndolos ocupados y no dejándoles respirar. Pero antes de lograrlo, tienes que realizar previamente tu propia labor”. De los mejores consejos, si viene tu suegra, que haga algo. Te va a comer todo y seguro te va a molestar, así que búscale trabajo para hacer, mantenla ocupada y así no piensa maldades. Recuerda que es difícil vivir con una víbora mucho más si viene con madre incluida, una víbora más grande y con más veneno.
“Si puedes recordar siempre el peligro cuando estás a salvo y el caos en tiempos de orden, permanece atento al peligro y al caos mientras no tengan todavía forma, y evítalos antes de que se presenten; ésta es la mejor estrategia de todas”. Una frase para colgar en un letrero, siempre listos como los boys scouts, no hay que dejar nada al azar, recuerda que siempre debes estar un paso adelante, porque depende tu supervivencia o terminarás cocinando, lavando, planchando y haciendo las cosas de la casa.
“Los buenos generales son de otra manera: se comprometen hasta la muerte, pero no se aferran a la esperanza de sobrevivir; actúan de acuerdo con los acontecimientos, en forma racional y realista, sin dejarse llevar por las emociones ni estar sujetos a quedar confundidos. Cuando ven una buena oportunidad, son como tigres, en caso contrario cierran sus puertas. Su acción y su no acción son cuestiones de estrategia, y no pueden ser complacidos ni enfadados”. En estos consejos ya notamos la experiencia de haber vivido largamente en matrimonio, una genialidad que merece ser compartida, adaptarse a las circunstancias es la tarea, todo un profesional en este arte.
“El enemigo que actúa aisladamente, que carece de estrategia y que toma a la ligera a sus adversarios, inevitablemente acabará siendo derrotado”. No tomemos a la ligera al rival, son expertas en estas luchas, y pretenden sacar el mayor resultado. Calma, paciencia y valor para enfrentarlas.
“Cuando las órdenes se dan de manera clara, sencilla y consecuente a las tropas, éstas las aceptan. Cuando las órdenes son confusas, contradictorias y cambiantes las tropas no las aceptan o no las entienden”. Un punto esencial para hacer con la bruja, cuando pidas algo no lo modifiques, no importa que no sirva lo que pediste, es para que se vaya acostumbrando a obedecer, que si no se complica.
“Estas son las seis maneras de ser derrotado. […] La primera es no calibrar el número de fuerzas; la segunda, la ausencia de un sistema claro de recompensas y castigos; la tercera, la insuficiencia de entrenamiento; la cuarta es la pasión irracional; la quinta es la ineficacia de la ley del orden; y la sexta es el fallo de no seleccionar a los soldados fuertes y resueltos”. Estas frases son para reflexionar acerca de cómo nos movemos, sobran las palabras.
“Por lo tanto, cuando las leyes de la guerra señalan una victoria segura es claramente apropiado entablar batalla, incluso si el gobierno ha dada órdenes de no atacar. Si las leyes de la guerra no indican una victoria segura, es adecuado no entrar en batalla, aunque el gobierno haya dada la orden de atacar”. Genial, si vas a discutir que sea para ganar, si no hay que evitarla. Ni un paso atrás cuando se puede ganar tener el control remoto, la comida calentita y la ropa limpia.
“Cuando se hallan ante un grave peligro, pierden el miedo. Cuando no hay ningún sitio a donde ir, permanecen firmes; cuando están totalmente implicados en un terreno, se aferran a él. Si no tienen otra opción, lucharán hasta el final”. Estas son las batallas finales, cuando te quieran cercar tanto mejor, cuando la batalla es todo o nada, hay que luchar hasta lo último, a estas batallas hay que ir.
“Así pues, una operación militar preparada con pericia debe ser como una serpiente veloz que contraataca con su cola cuando alguien le ataca por la cabeza, contraataca con la cabeza cuando alguien le ataca por la cola y contraataca con cabeza y cola, cuando alguien le ataca por el medio”. Otra genialidad, tener más de lo que mostramos y recordar que peleamos contra otra víbora.
“Corresponde al general ser tranquilo, reservado, justo y metódico.
Sus planes son tranquilos y absolutamente secretos para que nadie pueda descubrirlos. Su mando es justo y metódico, así que nadie se atreve a tomarlo a la ligera […] Cambia sus acciones y revisa sus planes, de manera que nadie pueda reconocerlos. Cambia de lugar su emplazamiento y se desplaza por caminos sinuosos, de manera que nadie pueda anticiparse.
Puedes ganar cuando nadie puede entender en ningún momento cuáles son tus intenciones”. Si señor, cuando más te toman los puntos más candidato al fracaso, no muestres las cartas y se adaptable, muy adaptable. Nada de repetir salidas los mismos días, ni a los mismos lugares ni con la misma gente, que sea un misterio el cuando y donde me voy.
“la psicología de los soldados consiste en resistir cuando se ven rodeados, luchar cuando no se puede evitar, y obedecer en casos extremos”. Así que cuidado con estas situaciones, siempre dale opciones a retirarse, tampoco hay que cebarse con las muy ladinas.
“Cuando el enemigo ofrece oportunidades, aprovéchalas inmediatamente.
Entérate primero de lo que pretende, y después anticípate a él. Mantén la disciplina y adáptate al enemigo, para determinar el resultado de la guerra”. Así, que cuando puedas ganar hazlo sin remordimientos, que ellas harán lo mismo.
“Un gobierno no debe movilizar un ejército por ira, y los jefes militares no deben provocar la guerra por cólera”. Algo esencial para la vida, enojado no discutas, cálmate, báñate, anda por ahí, para no ser presa fácil.
Para el final no deja con otra genialidad “No será ventajoso para el ejército actuar sin conocer la situación del enemigo, y conocer la situación del enemigo no es posible sin el espionaje”. Para ir pensando en buscar aliados entre sus filas.