El Uruguay es un país hermoso, pero sólo tiene un problema: está lleno de uruguayos.
El uruguayo es una “raza” particular, un grupo selecto de personas de una viveza sin correlación en el mundo. No existe en el mundo mayor cantidad de “vivos” por metro cuadrado que en Uruguay. Los uruguayos estamos dotados de una “viveza criolla” que nos es innata y que desarrollamos en su máxima plenitud en el Uruguay. Según comentan los noticieros dicen que van a importar bobos para entrevar, puesto que no se encuentra un bobo ni de casualidad. Acá todos tenemos carpetas, tenemos calle y a nadie le venden buzones ni obeliscos.
Por eso aquí nadie cumple lo prometido, como vamos a cumplirlo si la “viveza criolla” nos dice que tenemos que ensartar a los demás. Si hay una fila nos “colamos”, mire si vamos a esperar nuestro turno como corresponde a un flor de “vivo” como un uruguayo.
Otro deporte del típico “vivo” uruguayo es “garronear”, no importa que, lo importante es “garronear”, eso es lo que hace especial al uruguayo, todo lo que se pueda hay que “garronear” no vaya a ser que el “garrón” te lo comas vos. Y lo más importante en el curso de “vivo”: el “curro”. Hay que hacer como que trabajo, pero, eso sí, sin ningún esfuerzo y con mucho rédito.
Somos el reino de la dualidad, está bien que los pobres y los de menos ingresos no paguen las deudas, no paguen la luz, no paguen el agua, pero sí es un gran estanciero o un gran propietario que no paga, enseguida gritamos que está mal, muy mal y nos ensañamos con ellos.
Si es empleado de escaso rango tenemos una actitud comprensiva, estamos de su lado si se queda con algún “vuelto” o trabaja a desgano, pero somos implacable cuando la misma actitud la tiene un jefe o alguien con alto rango. Todos queremos ser empleados públicos en el Uruguay, es decir, no queremos trabajar y cobrar un sueldo.
Tenemos un grave problema, un problema de riesgo moral que hace que en cualquier momento un uruguayo “vivo” intente colarse, garronear, ensartar o currar para conseguir su propia satisfacción.
Pero hasta que no se castigue a los que no cumplen con sus promesas y se incentive a los que cumplen seguiremos en este país de “vivos”.