Hoy me levanté intelectual y por eso me permito la crítica a cualquier terrestre que haya pisado alguna vez este mundo. Por eso te digo a vos, sí … sí …. a vos te digo, no te escondas tras los demás por te estoy hablando a vos mismito, no te hagas el otario porque te hablo a cara descubierta, a calzón quitado. Mirá José Martí que no te vas a salvar de mí aunque seas héroe cubano ni aunque te defienda Fidel Castro y Hugo Chavez juntos y toda la república bolivariana junto con la conciencia de tu hermana, porque te hablo a vos. Tampoco vale que me trates de imperialista porque ni esa te va a salvar.
Como te iba diciendo estoy tras tus pasos porque me estas metiendo un canuto y por más que seas un luchador por la liberación de un pueblo y hasta embajador uruguayo no te voy a llevar algunas.
Mirame, dale, no me bajes la cabeza y contestáme lo que te pregunto por la famosa Niña de Guatemala:
Así que vos con versitos le doraste la píldora a la paloma y cayó en el trampero. Entonces como dijo el viejo dicho: pájaro que comió, voló.
Así que también te cabe el otro dicho machista: “prometer hasta meter y claro luego de metido nada de lo prometido”. Y para colmo de males encima cuando estas de vuelta apareces con otra percanta. Mal lo tuyo, mal lo tuyo nene, encima con cara de feliz cumpleaños y la piba esperando por el regalo. Pero no vengo a reclamarte por esos problemas.
Se ve que te creo un cargo de conciencia y le escribiste un poema, pero como te dije estoy tras tus pasos, te tengo rodeada la manzana y de esta no te me escapas jue hiena.
Esta bien que me vengas con tu mea culpa, con hacerte el desmoriado y otras yerbas pero hermano baja los vidrios y para la moto, como te vas a presentar orondo con otra frente a ella, ¿no te fuiste de rosca con eso?
Encima que después la loca se mata, que no era para tanto, y vos te mandas un poema que el final deja mucho que desear. Porque la verdad venimos bien, arrancamos con polenta, mantenemos durante todo el partido el ritmo pero los minutos finales la verdad que damos lástima y es justo tras ese final, esos últimos versos es que viene este reclamo.
Aquí quiero hacer un paréntesis para responder a esa ola de críticos que saltaran sobre mi cuello para reprocharme quien soy yo para hablar en estos términos y antes ellos respondo: porque soy un intelectual autónomo (me jacto de ello porque leí a Gramsci, bueno no lo entendí, pero igual todo intelectual que se precie de serlo debe citar a Gramsci alguna vez, no importa si lo entiende o no. Aparte agrego, también leí a Benjamín Walter y con esas dos lecturas ya soy un intelectual, me basta con repetirlo y listo. Tampoco entendí a Walter pero tampoco importa mucho)
Volví negro por vos, te vuelvo a decir el final es una porquería, ya sé que la guacha se pegó un tiro en la cabeza por vos pero …. ¿No podías haber escrito al mejor?
Miremos el final entre los dos y contestame con la verdad, no te hagas el sota y cantame la justa, no … no …. no …. como Jorge Batlle no, cantame la justa y no te hagas es el astuto, sotreta.
Repasemos el final:
“Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.”
¿Para que miércoles te llamó el enterrador? ¿Acaso negro le debías plata y el loco te la reclamaba? O peor, no me digas que eras necrófilo porque así sí que cerrá y vamos. Mal lo tuyo, no se te ocurrió algo mejor como por ejemplo: tranquilo, al atardecer/ me sonó el despertador, o algo por el estilo, porque como carajo te puede llamar callada una persona, ¿era mudo el enterrador? y te hizo la seña del dos y vos fuiste al pie o te cabeceo para que tocaras el tanto y vos te fuiste a la pesca con 37 de mano. NO, NO, es como aquello de cerrá la boca y comé …. que nunca supe como se puede hacer. Esto no tiene sentido, y eso que veníamos bien, te vuelvo a decir veníamos bien.
Y después te mandas la otra, quien, respóndeme quien, volvió a ver a un muerto, vaya que novedad que nunca más la volviste a ver, me imagino que los del pueblo tampoco la volvieron a ver, tarado, y con eso ¿qué?. Esa me dejó frío también. Y no me vengas con aquello que Sísifo volvió de la tierra de los muertos porque eso es mitología ni mucho menos con la historia de Orfeo y Eurídice porque no eras ningún Orfeo que digamos, al menos que yo me acuerde, así que cambiemos el final y estuve pensando en algunos pero te largo este y vos ves como le encontrás la vuelta que para algo sos el escritor.
Mirá este final y decime que te parece:
tranquilo, al atardecer
me sonó el despertador
nunca la pude olvidar
a la que se murió de amor.
Te dejo el último verso porque …. bueno, jodes con eso de que se murió de amor. Pero igual te digo cambiale el final porque con el final tuyo me terminas cagando el poema.
Voy a estar esperando a ver que se te ocurre.